El segundo escenario de aprendizaje a través de su coreografía didáctica persigue afianzar la alfabetización digital de las futuras maestras iniciada en 2o curso y profundiza en la idea que proponen autores como Engen (2019) acerca de lo que significa ser un docente digitalmente competente. Esta experiencia intenta alejarse de la cosificación del proceso de aprendizaje de las futuras maestras y maestros, tratando de posibilitar que el alumnado pueda repensar y construir sus propias relaciones a partir del tránsito por los distintos movimientos que el escenario de aprendizaje propone. Siempre poniendo en diálogo sus propias ideas con las del resto de personas del grupo que también comparten sus puntos de vista. Una coreografía didáctica compleja como es la del trabajo interdisciplinar de módulo “Adierazpena eta Komunikazioa Dramatizazioaren bidez” documentada y materializada en un escenario virtual colectivo, que irá acompañada, del cuaderno de bitácora o portafolio del tercer escenario, donde la escritura y la narrativa contribuirán a dar múltiples sentidos a lo vivido.

Siguiendo la aportación de Acaso (2017) la experiencia compleja que aquí se propone tiene un plus. Recupera la necesidad de los procesos largos, mirandose a sí misma, volviendose reflexiva y crítica donde la exposición final es parte del proceso de enseñanza-aprendizaje en sí mismo. Busca la interrelación que Malaguzzi (2005) reivindica con la literatura, la música, la cultura visual, las artes plásticas, la expresión corporal y las TIC, para crear un proyecto interdisciplinar que no culmina, sino que deja huella con una propuesta pedagógico-artística basada en los 100 lenguajes de la niña y el niño, y el juego dramático. El objetivo es abrir la puerta de la universidad y la escuela infantil a nuevos lenguajes que ya son protagonistas en la sociedad actual, para que el futuro profesorado sea competente, sepa discernir, cuidarse y comunicarse (Tresserras, 2017)